Agricultura ecológica y sus ventajas
¿Estás pensando en cambiarte a la agricultura ecológica? Desde luego, esta tiene muchas ventajas, principalmente relacionadas con la protección del medio ambiente y con el valor añadido que genera en los productos. ¿Pero se trata de una moda pasajera o de una oportunidad de negocio? ¿Qué factores negativos hay que tener en cuenta? Si te haces estas preguntas, sigue leyendo y conoce las ventajas y desventajas de este sistema de cultivo.
¿Qué es la agricultura ecológica?
Frente a la tradicional o convencional, la agricultura ecológica se caracteriza por basar su metodología en un conjunto de prácticas enfocadas a minimizar el impacto de la actividad agraria en el medio ambiente. Para ello reduce el laboreo y el uso de agroquímicos, o bien sustituye estos últimos por otros de origen orgánico principalmente.
Existen algunos estudios que indican que, frente a los procedentes de la agricultura convencional, los productos ecológicos tienen un mayor contenido en sustancias antioxidantes saludables. Además de estos supuestos beneficios, algunos consumidores también señalan su mejor aroma y sabor.
Algunos agricultores mantienen un lógico recelo a las técnicas de agroecología, ya que en determinados cultivos supone prescindir de una serie de materias activas de probada efectividad en el control de las plagas y enfermedades, lo que podría provocar a priori una caída de los rendimientos de las cosechas. Entonces, ¿Merece la pena apostar por la agricultura ecológica?
A continuación te exponemos detalladamente los pros y los contras.
Ventajas de la agricultura ecológica
Beneficios medioambientales
Favorece la estructura, la fertilidad del suelo y la presencia de microorganismos beneficiosos para los cultivos
La base para la obtención de unos buenos rendimientos agrícolas es un suelo fértil y con buena estructura. Las prácticas de cultivo agroecológicas, en las que se sustituyen los agroquímicos de síntesis por productos biológicos y enmiendas orgánicas, favorecen la prosperidad de los suelos. En comparación con la tierra tratada solo con productos químicos, un suelo rico en materia orgánica aportada mediante enmiendas puede no solo albergar a un número 10 veces superior de bacterias útiles, sino además ofrecer una diversidad mucho mayor.
La agricultura ecológica emplea como base de la fertilización la materia orgánica. Esto tiene dos consecuencias directas:
- Mejora en la infiltración y retención del agua en el suelo y en el crecimiento de las raíces, lo que favorece el desarrollo de los cultivos.
- Incremento de la fertilidad química que presenta el suelo, que se traduce en una mejor disponibilidad de los nutrientes que los cultivos necesitan para crecer.
Contribuye a la conservación del agua y a su calidad
Debido a esta mejor infiltración y retención de agua, la agricultura ecológica requiere una menor irrigación y, por lo tanto, contribuye al ahorro de agua.
Mitiga los efectos del cambio climático
Un sistema de agricultura ecológica bien aplicado ayuda a reducir los efectos del calentamiento global y a aminorar el cambio climático, porque disminuye la emisión de estos tres tipos de gases:
- Dióxido de carbono (CO2).
- Metano (CH4) y
- Óxido nitroso (N2O).
La agricultura ecológica tiene una de sus principales características en la rotación de cultivos, lo que se ha comprobado que ayuda a prevenir las pérdidas de nitrógeno a la atmósfera y genera un incremento de la biomasa radicular.
Por otra parte, si la agricultura ecológica encuentra respuesta positiva en los consumidores, hace innecesario producir alimentos asumiendo elevados esfuerzos energéticos o trasladándolos desde países lejanos, algo que conlleva un impacto medioambiental positivo y además favorece al comercio justo
Fomenta la biodiversidad y con ello favorece el control de plagas, enfermedades y malas hierbas
La biodiversidad en las tierras de cultivo favorece el establecimiento de cadenas tróficas entre los organismos potencialmente dañinos y sus depredadores naturales. Ello contribuye a un mayor equilibrio de las poblaciones de insectos y otros invertebrados, reduciendo el riesgo de plagas.
La agricultura ecológica fomenta que esa biodiversidad sea elevada lo que, además de aumentar la resistencia de los campos a plagas y enfermedades, puede ayudar a mitigar el daño provocado condiciones climatológicas adversas. Un ejemplo es la forma en la que las cubiertas vegetales en plantaciones leñosas mitigan la erosión de los suelos y disminuyen el calentamiento de los mismos durante las épocas de mayor calor.
De manera adicional, la agricultura ecológica previene la aparición de resistencias a herbicidas y plaguicidas en las poblaciones de malas hierbas e insectos plaga, lo que repercute en un beneficio para todos los agricultores. Esto es debido a que el uso abusivo de herbicidas y plaguicidas de síntesis provoca una selección genética de los patógenos, plagas y malas hierbas más resistentes, haciendo necesario buscar continuamente nuevas formulaciones para controlar dichas plagas.
Beneficios para la salud
La agricultura ecológica conlleva una menor exposición del agricultor y de los consumidores a pesticidas y otros productos químicos. Estos pueden contaminar suelos, suministros de agua y el aire, en ocasiones por muchos años.
Previene la erosión, evitando problemas ambientales como los derivados del arrastre de sedimentos provenientes de los suelos agrícolas por parte de los ríos. Se emplean técnicas como las cubiertas vegetales entre las líneas de plantación.
Contribuye al bienestar de la flora y la fauna
La agricultura ecológica no solo ayuda a preservar más áreas de hábitat natural, sino que también favorece que aves y otros depredadores naturales vivan en las tierras de cultivo, lo que -como hemos comentado- ayuda en el control natural de las plagas.
Es por eso que en MADREHUERTA nos preocupamos por tener productos provenientes de la agricultura ecológica. Nos preocupa el medio ambiente. Nuestro consumo impacta de forma directa al planeta, es hora de cuidarlo mas.
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