Muchas personas hacen el propósito en año nuevo de comer saludable, pero la verdad es que esta elección y propósito se debe de hacer día con día. Sabemos que puede ser complicado  cambiar hábitos alimenticios, sin embargo aquí te decimos algunos consejos para lograrlo y no morir de hambre en el intento.

Antes de empezar es muy importante entender que comer de forma saludable debe  ser un estilo de vida que nos beneficia de muchas maneras, hay que olvidarnos de las dietas pasajeras y rigurosas que si bien ayudan a perder peso pueden traer problemas en la salud.

1. Dí no a las calorías “vacías”

¿A que nos referimos con esto? A los alimentos que tienen muchas calorías y poco valor nutrimental, seguro que tienes una lista en mente. Recuerda que, poco a poco tus papilas gustativas se irán adaptando a tu nuevo estilo de alimentación.

Puedes darte el gusto sustituyendo esos pastelillos con azúcar refinada por algún dulce de fruta natural o esos refrescos por bebidas sin azúcar como el té helado.

2. Cereales sí, pero no de cajita

Al mencionar “… De cajita” nos referimos a estos cereales que fácilmente encuentras en el supermercado y que además hace poco restringieron el uso de personajes animados en los empaques, ¿ya sabes cuáles?.

Seguro que sí, en su lugar puedes optar por cereales integrales, como:

3. Proteínas saludables

Hay que evitar a toda costa las grasas saturadas, las carnes rojas, los embutidos, etc. Es mejor optar por carnes blancas como lo son el pollo y el pescado, algunas legumbres como las lentejas y ¡claro! Huevos (de preferencia de libre pastoreo).

Recuerda que, es muy importante cuidar las porciones, lo aconsejable es que la proteína ocupe un cuarto del plato (de tamaño regular).

4. Frutas y verduras frescas 

Comer saludable implica optar por verduras y frutas, pero no enlatadas. No hay nada mejor que morder esa manzana recién cortada o comer esas calabacitas tiernas, ¿se te antojo?.

Pensándolo bien sí hay algo mejor… Comer frutas y verduras provenientes de cultivos orgánicos, ya que tienen más nutrientes y mucho más sabor que las de cultivo tradicional.

Además de que están libres de químicos dañinos para la salud y no contaminan el ambiente.

5. Grasas, no todas son malas

Las grasas adecuadas ayudan a nuestro organismo a realizar sus funciones de forma satisfactorias, promueven la salud cardiovascular y no contienen colesterol. Por esto, es necesario saber elegir el alimento y porción adecuada.

Aquí te decimos cuales son las grasas buenas o insaturadas:

6. ¡Bye a los fritos!

Es bien sabido que los alimentos fritos están llenos de calorías, para que te des una idea: 100 mililitros de aceite de oliva contienen 900 calorías.

Es muchísimo, ¿verdad?, Por eso lo mejor es evitarlo y utilizar otros tipos de cocción como: hornear, brasear, asar, hervir, pochar, rustir, cocer al vapor o cocer al vacío.

7. No te olvides del agua

Así como cuidamos la comida también debemos de cuidar la bebida, este consejo te doy porque Madrehuerta soy.

El agua simple siempre será la mejor opción, evita tomar “bebidas con calorías vacías”, como lo son: el refresco, los jugos, los batidos, los cócteles con o sin alcohol, entre otros.

Recuerda que, incluso se pueden ingerir más calorías en la bebida que en la comida.

8. ¡Mantente activo!

El adoptar una alimentación saludable te dará otra perspectiva de la vida, seguramente te sentirás mejor y con más energía.

Por eso, lo siguiente será elegir la actividad física que mejor vaya contigo,  como: bailar, nadar, jugar al fútbol o hacer yoga.

Es muy importante jugar con las combinaciones de los alimentos para crear platillos ricos y saludables, será fantástico ver los colores de las verduras y frutas en el plato, hay muchas posibilidades.

 

Recuerda, es importante consultar con tu medico todas las inquietudes que tengas para empezar con este estilo de vida. Ya verás que si pones en práctica estos consejos sacaras la mejor versión de ti mismo.